Si bien tradicionalmente la jubilación ha sido vista como un momento para retirarse del mundo laboral, en la actualidad muchas personas mayores buscan opciones que les permitan mantener su independencia económica, desarrollar proyectos propios o, simplemente, compartir su experiencia y conocimientos. Aquí es donde los espacios de coworking están jugando un papel clave. Pero, ¿qué son? Se trata de lugares diseñados para que la gente trabaje, estudie o colabore en proyectos en un ambiente compartido, pero organizado. En otras palabras, es una oficina moderna donde no necesitas ser parte de una empresa para usarla. Solo hace falta alquilar por unas horas un escritorio, sala de reuniones, o simplemente un lugar tranquilo para concentrarte.
Lo más curioso es que en un mundo laboral en constante evolución, el coworking ha dejado de ser exclusivamente territorio de los freelance y jóvenes emprendedores. Cada vez más personas mayores de 55 años están adoptando esta innovadora forma de trabajar, encontrando en estos espacios una nueva oportunidad para mantenerse activas, conectar con otros profesionales y, en definitiva, disfrutar de un ambiente colaborativo que les permite seguir creciendo tanto personal como profesionalmente.
Los espacios de coworking ofrecen algo más que una oficina compartida: son un ecosistema donde las ideas fluyen y las colaboraciones nacen de manera natural. Para las personas mayores de 55 años esto representa una ocasión única para interactuar con generaciones más jóvenes porque, aunque de primeras pueda parecer lo contrario, los intereses de todos los presentes son similares, independientemente de su edad, lo cual facilita muchísimo la integración tanto a nivel laboral como social dentro de los grupos.
Además, para los más mayores, este tipo de espacios brinda una oportunidad perfecta para mantenerse al día con las últimas tendencias tecnológicas, además, dicho sea de paso, para impulsar su espíritu emprendedor pues son muchos los que encuentran aquí el entorno ideal para lanzar proyectos personales o explorar nuevos intereses.
Una de las mayores ventajas de los espacios coworking para la población sénior es su flexibilidad, permitiendo a los usuarios elegir horarios que se adapten a sus necesidades. Pero éste no es el único beneficio que ofrecen este tipo de espacios colaborativos si los comparamos con trabajar desde casa o en oficinas convencionales. Como nos destaca Pablo Viola, Management de Garage Coworking, “tienes la posibilidad de ser parte de un grupo que tenga dinámicas de trabajo e intereses similares. En una oficina convencional se pierde esa oportunidad. Los espacios de coworking generan un ambiente laboral y productivo”.
Justamente este espacio ubicado en la Plaza Vicente Iborra número 8 de Valencia es consciente de este auge del coworking: “Sí se nota el aumento de la demanda ya que la población mayor está empezando a realizar trabajos en remoto y online, cosa que anteriormente solo pasaba con gente joven”. Y para muestra, un botón porque según nos cuenta Pablo Viola “en nuestro equipo hay varios emprendedores séniores. Los mismos llevan muchos años con nosotros y bajo su experiencia este espacio les permite ser parte de un entorno social y generar nexos con otros profesionales, sin importar las diferencias de edad”.
Sin duda, los espacios de coworking suman un valor añadido con sus modernas salas de reuniones y su conexión a internet de alta velocidad. Además, cada vez están más preparados en términos de accesibilidad y comodidad. Algo en lo que siempre hay que seguir trabajando para adaptar estos lugares también a las necesidades específicas del emprendimiento sénior: “Todos nuestros espacios disponen de acceso para discapacitados. Son espacios de trabajo muy tranquilos donde la inclusividad de los compañeros es lo primero”, nos recalca sin ir más lejos el Management de Garage Coworking quien también reflexiona sobre cómo existe la tendencia de hacer los espacios lo más bonitos posibles y cómo en los sitios destinados al coworking “nunca ha de olvidarse que las personas vienen al espacio a pasar entre seis y ocho horas al día”.
En suma, el auge del coworking refleja un cambio en las expectativas laborales de las personas mayores y, lo más interesante, se perfila como una solución innovadora para redefinir la manera en que la población sénior percibe y experimenta el mundo laboral. Porque nunca es tarde para adaptarse a los cambios y seguir construyendo un futuro profesional significativo en estos espacios colaborativos que también están adaptados a mayores emprendedores.
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