En los casos de violencia de género, el papel de los y las trabajadoras sociales es esencial. Son quienes acompañan a las víctimas desde el primer momento, ayudándolas a identificar la situación que están viviendo, brindando apoyo emocional y facilitando el acceso a recursos sociales, jurídicos y de protección. Su labor combina la escucha activa, la empatía y la gestión de recursos para ofrecer una red de apoyo sólida y continuada. Están presentes en centros de salud, servicios sociales, centros educativos y espacios comunitarios, lo que les permite detectar señales de alerta y actuar de forma preventiva. Gracias a su…
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