Febrero es el mes del invierno donde el frío comienza a remitir, los árboles florecen y los días se alargan. Así pues, para los aficionados a la horticultura es un mes excelente para comenzar a plantar algunas hortalizas de invierno y preparar nuestro terreno para la temporada alta de los huertos.

Una correcta selección de las hortalizas a plantar es clave si queremos tener un huerto saludable, así como conocer las limitaciones climáticas propias de este mes. Sigue leyendo el artículo si deseas saber más.

Febrero, un rato malo y otro bueno

Este viejo refrán castellano nos indica una de las características más comunes de este mes: su variabilidad climatológica. Si bien se trata de un mes de puro invierno, donde las temperaturas suelen ser bajas, su rostro es diferente año a año.

Febrero en ocasiones nos muestra su cara más amable, con días soleados donde los árboles comienzan a florecer y nos anuncian la primavera. No obstante, febrero puede ser un mes donde el invierno muestra sus últimos coletazos y la lluvia, las heladas e incluso la nieve puedan dar al traste con nuestros planes.

Así pues, si queremos plantar en nuestro huerto en esta época del año, debemos ser conscientes de que se trata de un mes traicionero climatológicamente hablando y cultivar plantas que puedan resistir condiciones meteorológicas severas.

Tareas para el huerto este mes

Proteger nuestros cultivos del frío

Como ya hemos comentado, durante febrero las heladas pueden ser importantes y arruinarnos la cosecha. Si bien algunas hortalizas de invierno, como las coliflores aguantan temperaturas bajas, una helada fuerte puede dar al traste con nuestros planes.

Así pues, se recomienda cubrir nuestra huerta con plásticos a modo de invernadero si las previsiones meteorológicas prevén heladas, o si las tenemos en macetas, moverlas al interior de la casa.

También existen alternativas, tales como las mantas térmicas que pueden ayudar a proteger nuestras plantas del frío extremo. 

Proteger el suelo, una necesidad

Aunque unas adecuadas condiciones de la tierra de nuestro huerto son necesarias en cualquier época del año, es en invierno cuando cobran especial importancia. Para ello, es recomendable preparar en nuestro huerto un poco de mantillo o compost, muy adecuado para mantener el calor del suelo y algo de humedad.

El semillero, una gran alternativa

Si preferimos no exponer a nuestras plantas a las duras condiciones climáticas del exterior, una buena alternativa es realizar la siembra en el interior de nuestra casa, en un semillero.

En nuestra casa, las plantas podrán comenzar a crecer sin miedo al frío y las podremos trasplantar al exterior en primavera, cuando las temperaturas serán más benignas.

Si queremos, en febrero también podemos ir sembrando plantas de épocas más cálidas, como los tomates,  y dejar que vayan creciendo en interior para llegado el momento trasplantarlas a nuestro huerto exterior.

Una gran época para podar

Si en nuestro huerto tenemos árboles frutales, en febrero es una gran época para realizar podas, ya que los árboles siguen sin actividad vegetativa y podemos prepararlos para la llegada de la primavera y el surgimiento de los brotes.

Qué plantar en febrero

El principal impedimento que tienen las plantas en febrero son las bajas temperaturas, como hemos comentado en apartados anteriores. Así pues, debemos seleccionar cultivos que resistan bien temperaturas frías, como detallaremos a continuación.

En todo caso, debemos tener en cuenta que las heladas son limitantes para cualquier cultivo por resistente que sea, y anticiparnos a este fenómeno es crucial para la salud de nuestras plantas.

Las plantas resistentes al frío más adecuadas para plantar en febrero son:

• Acelgas
• Ajos
• Cebollas
• Coles
• Coles de Bruselas
• Endivias
• Espinacas
• Guisantes
• Habas
• Lechugas (sobre todo las duras, tipo romana)
• Puerros
• Rábanos
• Zanahorias

Los beneficios de “tocar la tierra” para tu bienestar

Cada vez hay más evidencia de los beneficios terapéuticos de la horticultura y la jardinería para las personas. En muchos lugares del mundo está en boga la horticultura terapéutica para personas que sufren de estrés, depresión u otras afectaciones psicológicas.

La horticultura es una actividad muy estimulante para los sentidos: tocar la tierra, oler la fragancia de las plantas, saborear las hortalizas que cultivamos  o disfrutar de la variedad de colores de la huerta son solo algunos de los sentidos que estimula la horticultura.

Además, plantar un huerto es una actividad ideal para promover un envejecimiento activo: se trata de una actividad de bajo impacto pero que nos permite hacer una cierta actividad física de manera regular, además de al aire libre.

Asimismo, cultivar nuestras propias hortalizas puede ayudarnos a mejorar nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos: cuando cosechamos el fruto de nuestro trabajo podemos disfrutar de manera tangible del fruto de nuestro esfuerzo.

Por último, como no podía ser de otra manera, plantar nuestras propias verduras, frutas y hortalizas hace que consumamos de forma más frecuente estos alimentos, contribuyendo de manera decisiva a tener una dieta saludable que mejorará nuestra calidad de vida de forma ostensible. ¡Y todo esto, ahorrando dinero!

Una actividad muy recomendable para tu bienestar

En definitiva, podemos decir que la horticultura es una actividad que repercute de forma beneficiosa en nuestro bienestar. Si tenemos un pequeño espacio donde plantar nuestro huerto, solo necesitamos una pequeña planificación, ganas y un modesto presupuesto para disfrutar de hortalizas frescas cultivadas por nosotros mismos todo el año.

En general, el consumo de verduras y hortalizas es muy aconsejable en todas las dietas, pero si quieres saber cuáles son los alimentos más saludables que puedes plantar en tu huerto para tener una dieta sana, no te pierdas el seminario en vídeo ‘Alimentación saludable. Disfruta de la comida sin riesgos’ en Canal Sénior.

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