España es uno de los países con más riqueza de monumentos históricos del mundo. La larga e interesantísima historia de nuestro país ha permitido que cuente con una variedad de lugares y pueblos en cuyas calles han tenido lugar acontecimientos históricos de gran relevancia, especialmente a lo largo de la Edad Media. Por ello, en este artículo recopilamos cinco pueblos medievales en España que por su historia y particularidades, son destinos ideales que merece la pena conocer. 

De entre todas las épocas históricas, la Edad Media en España fue un periodo marcado por constantes cambios de territorio, guerras de religión e intercambio de culturas. Visigodos, musulmanes, cristianos y judíos vertebraron la identidad de un país que, a pesar del paso de los siglos, ha sabido conservar las huellas de su historia en el presente.

Para adentrarnos en esta historia, una excelente manera es visitando algunos de los centenares de pueblos medievales en España. En este artículo haremos un repaso por algunos de los municipios con trazado medieval más impresionantes de nuestra geografía. 

Si deseas saber más sobre estos pueblos medievales más importantes de España, solo tienes que seguir leyendo.

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Besalú (Girona)

La villa de Besalú es una de las poblaciones más antiguas de la comarca gerundense de La Garrotxa. Enclavada como una fortaleza fluvial entre los ríos Fluviá y Capellades, fue sede de uno de los más importantes condados catalanes que existieron en la Edad Media. Su riquísima historia se ve reflejada en su conjunto histórico artístico medieval, considerado como uno de los mejor conservados de Cataluña.

En este conjunto destacan elementos arquitectónicos religiosos, como la antigua iglesia del Monasterio de Sant Pere del siglo XII, cuya originalidad es destacable; o la magnífica iglesia de Sant Vicenç. También son muy reseñables algunos elementos de la arquitectura civil como la antigua iglesia hospital de Sant Julià del siglo XII; la casa de Cornellà.

Entre las cosas que hacen especial a Besalú hay que destacar enormemente el majestuoso puente románico sobre el río Fluviá, recuerdo de su otrora poder como cabeza de uno de los más relevantes condados catalanes. Además, de este precioso pueblo gerundense destacan el aroma medieval de sus calles y su espléndida judería que cuenta con el Miqvé, la única casa de baños judía descubierta en España, junto con la de Girona. Pasar unos días de asueto en Besalú es, sin ninguna duda, una excelente manera de adentrarnos en la historia medieval de Cataluña.

Frías (Burgos)

Enclavada en los gélidos páramos de las Merindades burgalesas, Frías hace honor a su nombre.

Su posición estratégica, a medio camino entre la meseta castellana y la costa cantábrica y junto al Ebro, le valió una importancia capital en épocas medievales. La traza urbana de Frías es una de las más bellas de entre los pueblos medievales españoles: sobre una estrecha y alargada loma, Frías aguarda a los viajeros que desean cruzar el río Ebro desde tiempos inmemoriales con su silueta en forma de buque.

Es realmente espectacular cómo un pueblo de tan pocos habitantes puede albergar tantos atractivos: el puente medieval, el inconfundible castillo o las casas colgadas sobre el precipicio. Los edificios mantienen un sistema constructivo en el que van adosándose entre sí, conformando la estructura apiñada tan típica. 

Si disfrutamos de las rutas por la naturaleza, también podemos recorrer las colinas o los numerosos arroyos que recorren el término municipal del Valle de la Tobalina. Para los amantes de la historia medieval y la naturaleza, Frías es una opción perfecta a una hora de Burgos capital.

Olvera (Cádiz)

Olvera se le aparece al viajero en lo más recóndito de la provincia de Cádiz. Sus casas blancas sobre una elevada colina son una vista soberbia, como soberbio es el aceite de oliva de la zona. Fundada en el siglo XII por los nazaríes, Olvera es uno de los mejores ejemplos de arquitectura medieval musulmana en nuestro país: calles estrechas, recónditas y casas con patios. En 1327 fue conquistada por Alfonso XI e incorporada al reino de Castilla. 

Su intrincada pendiente hace que el pueblo esté plagado de albarradillas y recovecos que alivian la enorme cuesta que forma parte de la identidad de Olvera. Esta localidad blanca como la leche está coronada por su señorial castillo y la Iglesia de la Encarnación. Al margen de su atractivo histórico y patrimonial, Olvera es conocida por la reserva natural del Peñón de Zaframagón, la mayor anidación de buitres leonados de Andalucía y de las mayores del continente.

Sigüenza (Guadalajara)

De raíces musulmanas, Sigüenza es uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia de Guadalajara. Su imponente castillo dominaba la defensa sobre el valle del río Henares, el cual cambió de manos en el siglo XII tras la conquista cristiana, otorgando una ventaja territorial difícilmente superable.

Por aquel entonces se estableció el obispado de Sigüenza, por el cual se construyó la espectacular catedral. El templo destaca por su tamaño y riqueza en un municipio tan pequeño, testigo de su pasado como sede del obispado. Entre los atractivos de Sigüenza destacan su rico museo diocesano de arte sacro, su trazado medieval y el imponente palacio episcopal.

En Sigüenza se puede disfrutar también del bello paseo arbolado de la alameda, uno de los primeros paseos de este tipo creados en España.

Olite (Navarra)

Ubicado en medio de la campiña navarra, lo primero que llama la atención de Olite es su castillo. El Castillo Real de Olite es uno de los más lujosos de la Europa medieval, una de las sedes de la corte real navarra.