Conoce hábitos saludables para prevenir el cáncer

El cáncer es una de las enfermedades que más muertes causa al año en todo el mundo. Solo en nuestro país, 1 de cada 5 fallecimientos en el año 2020 fue a causa de diversas enfermedades oncológicas.

La prevalencia de cáncer está asociada a ciertos factores genéticos y en muchos casos el simple azar. No obstante, según recuerdan muchos expertos, un estilo de vida poco saludable puede aumentar enormemente el riesgo de padecer cáncer.

Dado que el día 4 de febrero se celebra El Día Mundial Contra el Cáncer, vamos a ofrecerte en este post una serie de hábitos de vida saludable que pueden ayudarte a prevenir esta terrible enfermedad.

Si quieres saber cuáles son estos hábitos, solo tienes que seguir leyendo.

Nuestro estilo de vida es la mejor arma contra el cáncer

Es muy probable que hayas oído en numerosas ocasiones cuáles son los principales factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer: tener una vida sedentaria, una mala alimentación y el tabaquismo.

Aunque este tipo de hábitos son asumidos como malos por una gran parte de la población, a pesar de todas las evidencias, aún hoy en día siguen siendo adoptados por un segmento demasiado amplio de gente.

Si eres del segundo grupo de personas, puedes seguir leyendo para saber qué tipo de hábitos puedes cambiar para mejorar tu estilo de vida. Si eres de los primeros, siempre puedes asegurarte de que tus amigos y familiares los conozcan.

Llevar una alimentación sana y equilibrada

El 30% de los casos de cáncer están relacionados con los malos hábitos alimenticios. Numerosos alimentos procesados están llenos de innumerables sustancias químicas tóxicas que pueden aumentar el riesgo de cáncer.

Así pues, resulta buena idea evitar los alimentos demasiado procesados y apostar por productos frescos. Además, según numerosos expertos, una de las claves de la alimentación saludable tiene que ver con comer en casa y cocinar tus propios alimentos: de esta manera controlas lo que comes, en qué cantidades y cómo lo cocinas.

Además, está bastante demostrado que comer en poca cantidad reduce la probabilidad de contraer cáncer. Cuando comemos poco, ciertos procesos bioquímicos de nuestro cuerpo hacen que se eliminen desechos celulares, reduciendo de manera notable el riesgo de aparición de tumores.

Llevar una vida con poco estrés

El exceso de estrés y unos horarios desajustados provocan la adopción de rutinas poco saludables, como comer y beber alcohol en exceso, y tienen una afección general a la salud de nuestro cuerpo que puede provocar algunos tipos de cáncer.

Además, según los hallazgos de una investigación de la Universidad Médica de Dalian (China) el estrés desencadena una cascada de reacciones bioquímicas que favorecen el avance de algunos tipos de cáncer. El estrés altera las hormonas de nuestro cuerpo, provocando un desajuste que puede implicar que desarrollemos células cancerígenas.

Cuidar nuestra piel de la exposición solar

La luz solar produce radiación ultravioleta (UV), que es la principal causa de cáncer de piel. Una alta exposición a la luz solar puede hacer que la probabilidad de contraer melanoma aumente considerablemente.

Así pues, es conveniente usar factor de protección solar cuando tomamos el sol en la playa en verano, evitar la exposición en las horas centrales del día y, sobre todo, evitar salones de bronceado: nuestra piel y nuestra salud lo agradecerán.

Dormir bien por las noches

Dormir bien es esencial para la salud. Unos malos hábitos del sueño pueden provocar todo tipo de enfermedades desde neurológicas, pasando por trastornos coronarios y por supuesto cáncer.

Las horas de sueño inducen en el cuerpo señales para reparar los defectos de las células. Si no tenemos este descanso, estos defectos se acumularán, aumentando claramente el riesgo de padecer tumores. En este post te hablamos de algunos datos curiosos sobre el sueño que a lo mejor desconocías.

Tener una razonable vida social

En Canal Sénior te hemos hablado en alguna ocasión de los efectos negativos que tiene la soledad sobre la salud humana. Aparte de los evidentes problemas psicológicos que causa, la total ausencia de vida social puede provocar efectos fisiológicos en nuestro cuerpo.

Según una investigación, la inflamación a largo plazo causada por la soledad puede representar un mecanismo clave en el desarrollo de enfermedades crónicas asociadas a la soledad como la aterosclerosis, el cáncer y la neurodegeneración.

Mantener un estilo de vida activo

En la línea de lo que hemos explicado en lo que a alimentación se refiere; resulta primordial tener un estilo de vida activo y practicar ejercicio varias veces por semana.

La inactividad evita el funcionamiento de muchas estructuras que participan en procesos vitales —por ejemplo, el recambio óseo, que se regenera de media a los 10 años— y resulta dañina hasta el punto de ser un claro factor de riesgo de enfermedades crónicas y cáncer.

Si aún no sabes qué deporte practicar, los usuarios de Canal Sénior te recomiendan en este post distintos ejercicios que puedes hacer a cualquier edad.

Cuidado con la temperatura de los alimentos

Si eres de los que se toma el café a la temperatura del Sol, esta información puede cambiar tus costumbres. Según un estudio de la OMS, ingerir bebidas muy calientes puede aumentar las probabilidades de padecer cáncer de esófago.

En línea con otras costumbres gastronómicas, muchos expertos desaconsejan comer alimentos quemados o demasiado tostados. Cuando la comida es cocinada directamente sobre una llama, las grasas y los líquidos que suelta al contacto con el fuego desprenden compuestos químicos muy perjudiciales. Además, si vemos partes quemadas (como el típico carboncillo de las tostadas) es mejor retirarlas.

Realizarse chequeos con regularidad

Uno de los principales factores que provoca una mayor mortalidad en hombres debido al cáncer es la reticencia general de la población masculina a realizarse pruebas médicas. Los hombres tienen menor tendencia a hacer caso a los síntomas, lo que puede retrasar los tratamientos.

Así pues, es buena idea hacerse chequeos médicos regulares (sin caer, por supuesto, en la obsesión) y acudir al especialista al menor síntoma que nos haga sospechar. Algunos hombres no suelen prestar atención, hasta pasados los 6 meses, a molestias relacionadas con la dificultad para orinar u afecciones en la orina y el semen.

Evitar el alcohol y el tabaco

Por último, aunque pueda resultar obvio, hemos de incidir en que el tabaco y el alcohol son las dos mayores causas de cáncer.

El consumo habitual de alcohol, incluso con moderación, está relacionado con un mayor riesgo de cáncer: beber tan sólo 2 bebidas alcohólicas al día se había vinculado a 103.000 nuevos casos de cáncer en 2020. En cuanto al tabaco, contiene al menos 70 compuestos químicos causantes de tumores, y duplica el riesgo de padecer cáncer de pulmón.

Como hemos podido comprobar en este post, el cáncer viene dado por una serie de factores genéticos, azar y una serie de hábitos poco saludables. Si conseguimos llevar un estilo de vida sano, podremos evitar la mayoría de factores que causan cáncer.

 

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